Algún día lucharé por la patria
y moriré sin disparar una sola bala.
Entonces llevaré un polo blanco
para que el emblema se marque en mi pecho
antes de decir adiós.
Algún día cruzaré los aires
en algún avión jaspeado,
conversaré con el viento,
reíre con las nubes,
pero moriré al fin y al cabo.
Las hojas blancas seguirán
flotando en círculos,
seguirán su ruta imaginaria
hasta doblar su punta,
hasta aterrizar.
Y llevarán el emblema...
como mi pecho,
pero no regresarán.
Comentarios
Publicar un comentario