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Mostrando entradas de 2014

(Impro 8)

Medianoche. Y se alteran las luces en el cielo. Corta el frío el alma cubierta de sueño y ansiedad. Tu sueñas, callada, y enmudece la noche contigo. Vas dejando al pasado esfumarse en una nube gris y te preguntas de noche cuando las horas parecen vacías y con los ojos cerrados si eres feliz, si aún conservas tu brillo, si bajo el sol giras libremente sobre verdes dibujados. Sonríes, arrugas la nariz, regresa tu juventud, piensas que sí existe esa luz al final del camino, te dejas llevar... Despiertas silenciosa, te acurrucas y vuelves a soñar... (Bolita)

(Impro 7)

Sueño despierto, bajo un cielo cargado de oscuridad, calmado y sereno, lleno de momentos de paz... Llevas las mangas largas, los ojos cansados, y sonríes. Así consigues de alguna forma hacerme sonreír. Como hada de sueños alimentas lunas eternas, lunas de plata , y distancias cargadas de ausencia, de amor y de fe. Cambias las horas por risas, y regalas un poco de olvido para el dolor y las malas memorias. Me convences de mi propia fe y caminas a distancia perfumando lo que queda del invierno, pintando de primavera mis ojos, gastándome un latido, robándome un compás, una canción. Te irás jamás y en mil años, cuando las olas apaguen el sol... (mil)

Ya regreso(Impro 6)

No te conozco, sí, así es como debo comenzar. Y puede que sea absurdo, ilógico, poco común, criticable, pero así soy, peregrino de sueños, caballero de poesías eternas y guardián de secretos. Ahora tú, que tienes ese amargo agradable que remueve mis versos para convertirlos en nada, ya te vas sin decir más, cuando yo regreso. Si me preguntases cuánto puede un hombre extrañar a una mujer, te diré que es tan medible como el pecado, grande o pequeño es el mismo mal, y extrañarte es tan igual, mi enfermedad; pues tú, casi dulzura, casi hiel, así, incógnita y oculta, has llenado mis madrugadas de letras, y mis versos de café. (X)

Te odio (Impro 5)

Te odio son palabras que elegiste entre el sinfín de otras posibilidades. Tus ojos raros, tus cabellos negros, tu sonrisa entre santa y perversa, todo eso que quieres aplacar con tres monedas, las mismas con las que pretendes comprar un sentimiento, como si el alma tuviese un precio más barato que el amor, como si el corazón no conociese lo que es poesía. Te odio, te odio, vuelves a repetir como si de eso dependiese el destino, como si las palabras tuvieran mayor efecto que los designios del corazón, ¿has observado el fondo de un alma? ¿has conocido algo llamado "amor"? Te odio, quizá esta vez lo digo yo, por repetición, por gusto insano, por probar cuál es el límite de las palabras. Me escuchas una vez más decir, esta vez algo diferente, pero no lo distingues... No lo harás. (mil)  

(Impro 4)

Fue un milagro de la vida conocerte, soñar entonces con la eternidad, y entonces nosotros quizá entre miradas quizá entre sonrisas, inocentes, traviesas, decíamos más de lo que las palabras podían decir. Rompíamos hojas de cuaderno, yo te escribía frases que tú guardabas, silenciosa, en tus bolsillos. Jugábamos con el amor sin temor a perder, soñabamos con ganar  un viaje a las estrellas, con flotar en un mar de rosas y me susurrabas al oído aquellas canciones que tanto te gustaban, aquellas que disfrutaba oír. Pronto fui esclavo del destino, inocente errante. Desapareciste un día, fuiste fugaz, tan fugaz como un deseo, como un pestañeo... Te fuiste y yo perdí, y tuve miedo.... (mil)

(Impro 3)

Quizá noches como está oscuras y trágicas me transportan al amor Noche como aquella forastera que entre mares y lágrimas me tomó de la mano hacia ti. Fueron días claros tal vez verdes o azules qué se yo Si llamabas para mentir, te creía y me sumía en tu cuento mágico en que tu eras princesa y yo mosquito Tal vez por eso te esfumaste entre hilos de sangre entre nubes de polvo y estrellas opacas Cuando al final de la noche la mujer contestaba aquél celular apagado que jamás volvió a sonar....